Los que me siguen por facebook,
son los que se han enterado hace unos días, que nuestro camino a Santiago
terminó en Logroño. No ha podido ser hasta la tumba del apóstol. ¡Otra vez se
intentará!
Cuando llevábamos 118 kms
recorridos, Alicia y yo nos lesionamos. Mi pie izquierdo, sufrió una
metatarsalgia dolorosísima, que me impedía apoyarlo en el suelo. Mi hija,
sufría las ampollas en uno de sus pies y sentía que no podía seguir, aunque no
quería comunicármelo para no disgustarme.
Descansamos un día, pero el dolor
continuaba y era muy agudo, con lo que se puso fin a nuestra aventura. Tras
tomar la decisión de volver, sentimos durante unas horas, el peso de la pena, y
una tristeza silenciosa se instaló en nosotros. No duró mucho. Entre los dos,
fuimos narrando lo vivido hasta entonces, y comprobamos lo mucho que habíamos
recibido, todo acontecía a una rapidez que no advertíamos, pero que había calado en
nuestro ser.
Hemos conocido a gente
encantadora, hemos recibido hospitalidad, generosidad, alegría, confidencias,
aliento, admiración,…. El silencio del camino, ha ido tocando aquello que
necesitaba removerse.
Notamos aún el cansancio de estas jornadas.
Nuestras piernas, espaldas y cuello están protestando aún por la paliza que les
hemos dado. Poco a poco iremos retomando nuestra actividad habitual y entonces
plasmaré nuestras etapas en esta página.
He tenido una gran sorpresa en
esta aventura. Me he encontrado con un antiguo compañero de clase de mi
infancia. ¡36 años sin vernos! Supimos reconocernos y hemos compartido estos
días de forma muy cercana. El es un experto, ya que lleva 10 años recorriendo
estas etapas jacobeas desde que lo hizo con su padre. Quedó enganchado por el
camino, y algún verano lo ha dedicado como voluntario hospitalero, así que
estaba muy bien asesorado. Me explicó muy bien lo que era el Camino.
Quiero mencionar a Elsa. Una lectora
de mi otro blog:” Siete en Familia” (enlace) que conocía por algunos e-mails
que me enviaba. Desde que supo que iba a realizar el camino, se puso en
contacto conmigo, para alentarme. A nuestra llegada a Pamplona para ir a
Roncesvalles, se presentó en la estación para acompañarnos con su coche. Fue un
detalle lleno de generosidad, que nos emocionó. Fue la primera persona que nos
acogía en el camino. ¡Qué gran familia crean los blogs!
Me hizo reflexionar sobre
nuestros abandonos blogueros, sin tener en cuenta a los que nos leen y esperan
nuestra aportación. No somos conscientes
de lo que sembramos, y de lo que crece tras esparcir. Me impresionó su
testimonio. ¡Gracias Elsa por todo lo recibido!
Pues lo dicho, esperamos unos
días, a ver si nos acabamos de reponer, y os cuento nuestra aventura. También
hemos quedado enganchados por el Camino.
Son muchos kilometros, debe ser muy duro caminar tanto.
ResponderEliminarMe alegra que hayan tenido experiencias muy bellas, sobre todo el encuentro con Dios.
Gracias!!
DTB!!
¡¡¡Gracias!!!
ResponderEliminarUn cariñoso saludo :)
Por aquí estaré esperando que compartas todo lo vivido. es cierto ser bloguero, no es un juego!!!
ResponderEliminarLas gracias del Camino no están vinculadas a todo el trayecto sino hacer el recorrido, que Dios disponga, con espiritu de peregrino.Por consiguiente tu intención demostrada y este espiritu infundido por Dios han sido suficientes para gozar de las debidas indulgencias.
ResponderEliminarLaus Deo y a recuperarse,
Abrazos,
Miguel
¡El Camino! Nunca se olvida. Jamás. Por mucho tiempo que pase, todos los que siguen la ruta jacobea en algún momento de la vida la recuerdan con añoranza. Es quizá una de las pocas aventuras que quedan en España, un país aventurero.
ResponderEliminarCarissimo Angelo, il Signore ha visto tutta la vostra buona volontà, l'entusiasmo e la gioia con il quale avete cominciato il cammino e questo, secondo me, è bastato! Non importa se non lo avete ultimato consideratelo fatto! Credo che abbiate fatto la scelta giusta considerando i fastidi fisici. Un grande abbraccio
ResponderEliminarSolo gracias!!!!
ResponderEliminarEl Señor tiene sus Caminos...nunca mejor dicho!!!!
Abrazos!!!
118 Kilómetros llenos de experiencias enriquecedoras y de momentos llenos de Gracias de Dios. Con eso es con lo que debéis quedaros Alicia y tu.
ResponderEliminarLa "rendición" ha sido solo una anécdota más para recordar y valorar en los próximos intentos.
Bienvenidos, un besazo y a recuperaros.
Debe ser muy fuerte lo que se siente para repetir el viaje 10 años. Me gustaría sentirlo.
ResponderEliminarQué bueno saber que Dios nos pide sólo que podemos, no más. Cuando El nos dé más, le daremos más.Así de sencillo. Por eso debéis sentiros felices a tope.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por todo lo que nos habéis enseñado.
Estoy segura que esa experiencia ha calado hondo en ustedes, intuyo que no puede ser de otra manera y también intuyo que si recorrieron solo esa parte esta vez, es porque asì debìa de ser. Esperarè los detalles!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!