Son las 10.45 y entramos
en Los Arcos. El pueblo, está engalanado con guirnaldas, lo que me hace pensar,
que han sido o serán las fiestas del municipio. Nos acompaña un sol que a esa
hora, ya pica fuerte. A mí me cuesta cada vez mas apoyar el pie, y evito
hacerlo, con lo que camino, con una pronunciada cojera. El pueblo es precioso,
pero solo deseamos llegar al albergue para descansar. Viendo por las calles,
que ha aumentado su población ante las
próximas fiestas, nos decantamos para ir a un hotel, también pienso que Alicia
se animará en un lugar un poco más cómodo. Encontramos uno en pleno centro y a
un precio asequible, así que allí nos quedamos.
Al subir a la habitación,
nos lanzamos directamente sobre la cama. ¡Estamos reventados! Tengo la
sensación de que el pie me quema y me descalzo. Tiene un color amarillento y
morado, y no me gusta, pienso que con un buen baño y descanso se pasará.
Alicia se queda dormida y
aprovecho para irle a buscar un zumo y una pasta para que coma algo, ya que
apenas lo ha hecho durante l trayecto. Me da pena despertarla, así que se lo
dejo en la mesita que hay junto a su cama. Aprovecho para tomar un baño
relajante, el dolor del pie, aumenta por segundos, y los calmantes no surgen
efecto, por lo que decido ir al dispensario médico.
Una vez que el médico lo
ve, y lo toca, pronuncia las palabras que pensé nunca oiría. “El camino, se ha
terminado para usted, tiene que dejar de andar”
…Puaffff, me desmoroné, le insistí en que si descansaba un día, podría
seguir, pero él también me hizo hincapié ,en que mi problema, iba más allá, de un día
sin andar. Confieso ,que mientras volvía
al hotel, solo tenía ganas de llorar.
A mi llegada, desperté a
Alicia, y le comuniqué que el camino se acabó. Noté en su cara, que la noticia
no le entristeció, sino todo lo contrario. Se sintió renovada y me dijo: “Papá
,yo ya no podía más, pero no quería decirte nada, para no desanimarte” Empezamos
a consolarnos , y levantar nuestro ánimo, echando una mirada atrás a los 135
kms recorridos , y a las muchas experiencias que en poco tiempo habíamos
vivido. Decidimos quedarnos dos días descansando, para reponer fuerzas y
disfrutar de ese hermoso pueblo. Llamamos a casa para comunicar la noticia y
solo recibimos, palabras de cariño, aliento y alegría por el reencuentro. Eso
fue algo muy valioso para nosotros.
No lograba apartar de mi
cabeza, la tristeza que me había embargado ,por no poder seguir pero eso me plantea,
buscar más allá de los hechos. ¿Porqué se acababa aquí?... Por la tarde salimos
a conocer el municipio de Los Arcos. Había mucha gente. Los peregrinos, estaban
en el albergue y era fácil encontrarse con ellos. Alicia se juntó con los dos
jóvenes catalanes y pasó la tarde con ellos. Yo tenía ganas de estar a solas en
la Iglesia, así que me fui y allí… busqué respuestas a mis porqués.
No dormí bien. Alicia por
el contrario, lo hacía plácidamente, con la alegría de saber que por la mañana
no tendría que madrugar. Tener conocimiento de que alivié su angustia, hizo que
me sintiera mejor, aunque la tristeza por abandonar no quisiera apearse de mi .
Tal como preví, Alicia se
levantó tarde. Le preparé un desayuno servido en cama, así que ví una gran
sonrisa en su cara, como muestra de agradecimiento, cuando se lo puse ante
ella. Decidimos pasar el día tranquilamente, conociendo el pueblo. Salimos para
ver llegar a los peregrinos del día, que llegaban. Nos sorprendimos al ver
algunos de los que iniciaron el camino en Roncesvalles con nosotros. Eso
significaba que llevaban un ritmo más lento que el nuestro, otros también
llegaban lesionados. La visión, me resultaba muy emotiva, y hacía esfuerzos por
no mostrar mi pesadumbre. No paramos de contar las anécdotas de estos días, y
nos reímos mucho con algunas.
Por la tarde asistimos a
una misa solemne que se celebraba en el pueblo, con motivo de las fiestas.
Alicia quedó encantada, porque fue muy hermosa, acompañada toda la liturgia con
unos cantos de la tierra, que ponían la piel de gallina. Allí, depositamos la
lista de todas las personas, que llevábamos para encomendar a lo largo del
camino. Pusimos a los pies de la Virgen, todas las intenciones de cada uno de los
nombres allí escritos.
Alicia, volvió a quedar
con los dos catalanes y yo me fui al hotel. No podía caminar mucho, así que
preferí quedarme, lo que me proporcionó un momento mágico, ante el paisaje que
desde nuestra habitación se podía contemplar. Tenía el campanario de la iglesia ante mí, estaba
iluminado y resultaba precioso. El entorno, me ayudó a vivir un momento de
belleza y serenidad interior, que me invitaban a la alabanza y gratitud hacia
el Creador.
Por la mañana, cogimos el
autobús que nos trasladaría a Logroño, para nuestro retorno a Barcelona.
Supimos que la gran mayoría de peregrinos que iniciaron con nosotros el camino
en Roncesvalles, terminaban su etapa en Logroño, así que eso alivió un poco mi
pesar, algunos peregrinos me animaron, diciéndome que otros habían abandonado
antes. Poco a poco iba aceptándolo.
El viaje en autobús, fue
una tortura para Alicia. Se mareó y no paraba de vomitar, como no había bolsas,
le ofrecí mi gorra para el sol, que tuve que tirar, nada más bajar del autocar.
En la estación nos esperaban los catalanes, quienes se ofrecieron a pasar el
día con nosotros, hasta la hora de partida ,que teníamos por la tarde.
Compartimos la comida juntos, intercambiamos direcciones, y nos deseamos un
encuentro futuro. (Seguirá)
Qué serenidad, qué bonito...
ResponderEliminarTe dejo un enlace del Codex Calixtinus:
http://www.youtube.com/watch?v=GuGUSAHWUvQ&list=PL6FC3197BE3E90509&index=4
Gracias.
Que gran experiencia, gracias por compartir, cada experiencia en la vida es un bello regalo de Dios que debemos aprovechar,gracias una vez más.
ResponderEliminarMuchas gracias anawin. Bienvenido-a?. Un abrazo
ResponderEliminarAngelo gracias por compartir con nosotros paso a paso de esos 135 Km intensísimos.
ResponderEliminarEres todo ternura Angelo,Dios te bendiga.
Un cariñoso saludo :)
El camino no hizo más que comenzar ahí...
ResponderEliminarHasta donde los pies os llevaron, el corazón sigue anhelante.
Voy a poder hacer el camino de Santiago on line. Aquí está el enlace http://www.evangelizaciondigital.org/encuentros-on-line/camino-de-santiago/
ResponderEliminarA la espera de la siguiente historia. Un gran abrazo.
ResponderEliminar